
Cuando llegue ya estaba el preferido del capitán sacando la carpa, lo ayude a terminar y en ese ínterin llego la encargada de relaciones publicas y del mate del Gatusso, Mailén. Pusimos el motor, “cargamos” nafta, soltamos amarras y zarpamos sin ningún problema.
Íbamos rumbo a Antequera a la guardería “Yapú Guazu” a buscar el mástil que ya estaba reparado. Timoneo hasta la guardería Mais y al llegar, Emi hasta el ponton. Ya en el muelle lo amarramos y bajamos hasta el taller donde ya estaba Hugo esperando que terminen de pasar los cables. Como se complico la pasada de los cables y se hacia tarde, lo cargamos así nomás en el barco y lo trajimos para terminar de pasarlos en el Club.

Até el palo en la cubierta “como yo quise” (según mi capitán, siempre hago lo que quiero jaja), Hugo nos ayudo a zarpar y salimos de regreso al club, volvió a timonear nuestra invitada y timonel de crucero sin mástil, hasta que el grumete se quedo sin paciencia tras las repetidas distracciones de Mailén al saludar a TOOOOOOOOODOS aquellos que estaban en la costanera correntina.
Si Dios y todos los santos lo permiten, este es el final de LA pesadilla que empezó un 18 de junio en Formosa. La siguiente nota seguro ya será contando la excelente navegación que vamos a tener los Gatussinos en nuestro regreso al agua.
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