Disfrutando el Gatusso Antes de salir a Boxes

miércoles, 14 de abril de 2010

Después de varias jornadas de mucho viento sin salir juntos el TEAM GATUSSO se disponía a una placentera navegación (el miércoles 24/03 sopló un lindo sur, que aproveché para navegar de crucero con mi familia, el sábado 27/03 también sopló lindo, pero salimos con los alumnos del curso de timonel del club, por lo que no pudimos exigirlo al máximo al Gatusso aunque levantamos Spy y varamos en el banco de arena). Pero era necesario exigirle al barco y con la tripulación completa como para seguir practicando y aprendiendo. Quedamos en juntarnos el sábado a las 14, aunque posiblemente la Flaca no podía, porque tenía empezaba sus clases como instructora de de Optimist (Ver felicitaciones aparte) El sábado amaneció con fuerte viento del sur pero lloviendo. A las 14 hs paró un poco y parecía que no iba a llover más. Voy a la marina y lo encuentro a Nico. Nos ponemos a preparar el barco, y cuando ya teníamos las velas envergadas, se larga de vuelta un fuerte aguacero. Nos metemos al cokpit esperando que pase y en eso nos avisa Evelina que vienen con Emilio para salir a navegar. Todo preparado, prendemos el motor que gentilmente nos acercó Mingo y zarpamos alrededor de las 1530. Frente al club izamos las velas y navegamos de ceñida rumbo a la costanera sur, con unas fuertes rachas de sur-oeste a la altura de la Punta San Sebastián. Todos nos pusimos traje de lluvia. Íbamos derivando hacia la costa chaqueña enfilando para pasar debajo del puente. Avanzábamos y nos acercábamos muy rápido hacia los amenazantes pilares del Puente General Belgrano. Estando a unos quince metros teníamos rumbo colisión, cara de asustados de todos, miro hacia atrás y la veo a Evelina enganchada con la caña del timón que no podía derivar. Zafa del timón, vira y zafamos también del puente. UFFFF. Emilio calladito. Risotadas y seguimos río abajo. Ya cerca de la costa chaqueña viramos y paralelos al puente, enfilamos a la costanera sur sobre de la costa correntina. Comienza a llover y soplar más fuerte, en esta zona siempre el viento sur entra pleno. Viramos en la costa y hacemos otra pierna hacia el Chaco, pero vemos un remolcador que viene por el canal. Como dice el RIPPA (reglamento internacional para prevenir abordajes) le damos prioridad de paso y viramos (y si no dijera el RIPPA, lo mismo hubiéramos virado jajá) y volvemos a la costa correntina. Para de llover pero el viento sigue constante. Navegando al Astillero Corrientes siempre hay poco agua entonces por seguridad viramos por avante para subir el río y levantamos el spy. Un hermoso viento de popa nos lleva costeando toda la costanera sur (no se veía a nadie, nosotros lo únicos loquitos dando vueltas por ahí). Pasando el Puente y al reparo de la costa no se sentía tan fuerte el viento. Para no trasluchar y evitar la fuerte correntada, nos separamos de la costa enfilando a la costa chaqueña. La popa se pone peligrosa porque el viento bornea y en cualquier momento la botavara nos puede volar la cabeza, asique trasluchamos. El viento comienza a rotar al sur-este, y nos entra fuerte por el través. Llevamos muy buena velocidad, pero las rachas empiezan a ser cada vez más fuertes. Para calcular la intensidad del viento usamos el método finito de los 5 dígitos oscilantes (más o menos) y concluimos que el viento sopla entre 16 y 18 nudos con rachas de 20 y 22 nudos. Para no romper nada, arriamos el spy e izamos la genoa 1. Vamos ciñendo y derivando en las rachas, remontando el río. La costa de Corrientes casi no se veía de la lluvia. Llegando a la isla Hernández venía bajando otro remolcador, la Flaca le enfila a la popa para poder jugar con las olas que va dejando. Los baldazos que recibimos por la roda impresionan, y nuestra felicidad no tiene explicación. Llegando a Molina Punta vemos que viene hacia nosotros el Guardacostas de la Prefectura Naval argentina, nos pasa cerca y le hacemos seña que está todo bien. Nos saludan con 2 toques de bocina y se alejan. Pensamos que venían a preguntarnos “que carajo hacemos ahí”. Seguimos hasta Molina Punta y viramos para regresar al club a tomar unos mates y unas facturas (que nunca aparecieron). Vemos que el Puente desapareció por la lluvia, y se nos venía encima, además la intensidad del viento comenzaba a subir. Veníamos muy escorados asique la Flaca deriva hacia la costa y bajamos Genoa e izamos el Foque. Aún así no lo podíamos aguantar al Gatusso, entonces tomamos una mano de rizo de la mayor. Ahora sí con el barco adrizado nos pegamos a la costa, cerca de la Guardería para ponernos al socaire y comenzamos a bajar hasta el club. Bajamos velas prendimos motor y llegamos cerca de las 19 horas, contando nuevamente con la colaboración de Mingo para atracar. Sacamos las velas y las llevamos al pañol para dejarlas que se sequen, adujamos las drizas, ordenamos todo y preparamos un mate caliente y comimos…galletitas húmedas. Pero felices, necesitábamos un poco de vértigo y fue una espectacular navegación y más teniendo en cuenta que el Gatusso sale a boxes para reparaciones varias y estará fuera del agua por un par de meses.